El acuerdo climático de París de 2015, posterior a la COP21, presiona a los actores financieros para que ajusten sus políticas de inversión y financiamiento a la economía, llevándolos a favorecer sectores neutrales en carbono. Implementar y medir estas acciones no es sencillo.
El 22 de abril de 2021, en una cumbre mundial sobre el cambio climático organizada por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, más de 40 de los bancos más grandes del mundo anunciaron que habían formado, bajo los auspicios de las Naciones Unidas (ONU), una alianza, la Red -Zero Banking Alliance (NZBA), acordando representar cero emisiones de carbono en sus carteras, para 2050, o incluso antes. Repartidos en 23 países, controlan activos totales de 28.500 millones de dólares. Y es probable que se les sumen otros establecimientos (incluidas las aseguradoras).