MVP (del inglés Minimal Viable Product, / producto mínimo viable) es la versión más temprana del producto, que tiene solo las características necesarias suficientes para transmitir los valores fundamentales a la audiencia y probarlos en los primeros usuarios.
El punto clave de la idea de MVP es que la empresa produce un producto real, que luego entrega al mercado. Puede ser un sitio de una página o un servicio aparentemente automatizado que en realidad se realiza manualmente. Los desarrolladores observan el comportamiento de las personas que usan el servicio por primera vez. Según la información obtenida durante el experimento, el equipo continúa, corrige o cancela el trabajo en el producto.
Cuando un emprendedor lanza una start-up, solo puede adivinar si los consumidores apreciarán su idea, si utilizarán los productos para el propósito previsto. Supone que los clientes tienen una necesidad y que el producto en el que está trabajando el equipo satisface esa necesidad. Para estar seguro, debe presentar un MVP a los clientes y recopilar la mayor cantidad de información verificada posible sobre su experiencia con el producto.
Sin embargo, recibir comentarios de la audiencia objetivo no es el único beneficio de implementar un MVP en una estrategia comercial. Probar una versión beta en clientes proporciona beneficios financieros directos e indirectos:
- Una salida más rápida hacia el mercado.
- Pruebas de versiones beta para atraer a más inversores.
- Ahorro de dinero al no realizar estudios de mercado más extensos.
¿Por qué el MVP es importante para el desarrollo comercial exitoso?
Las start-ups ofrecen un producto o servicio para satisfacer necesidades específicas del público objetivo. Cuanto mayor sea la importancia del problema para el consumidor, más valiosa será la solución propuesta. La implementación de MVP le permite establecer en las etapas iniciales del desarrollo comercial cómo el producto cumple con las expectativas y necesidades del cliente. En consecuencia, la dirección de la empresa y los inversores reciben los datos necesarios para tomar una decisión sobre el futuro de la start-up.
Al crear un MVP, el equipo puede comprender el interés de los clientes en el producto sin gastar tiempo y esfuerzo en llevar la idea a la perfección. Cuanto antes los creadores reciban comentarios de los compradores, menos esfuerzo y costo se gastarán en una ideas que no beneficiarán al producto. MVP da un resultado más fiable que las encuestas al público objetivo y permite observar la interacción real entre el usuario y el programa. Entonces, ya en el proceso de creación, los desarrolladores comprenderán el posible retorno de la inversión.
Este concepto se basa en la filosofía Lean Startup e implica un proceso de medición y aprendizaje hasta que se satisfacen por completo las necesidades del mercado. Comenzando con un producto mínimo viable, el equipo se enfoca en las características principales y el valor de la idea propuesta. Así se entienden claramente las tareas más importantes y se implementan en un orden de prioridad. Por ejemplo, en el caso del desarrollo de software, los programadores pasan a optimizar la interfaz de usuario solo después del lanzamiento del producto mínimo viable.
Cómo crear un producto mínimo viable
- Identificar las necesidades del mercado: pregúntate qué problema hay que puede ser resuelto con un producto de tu área; a partir de aquí tendrás una de hacia dónde puede dirigirse el producto.
- Define claramente a quién va dirigido tu producto. Recuerda que esta es la versión más básica, así que es esencial que llegue a ese grupo de consumidores más experimentales.
- Ya definido esto: crea tu producto mínimo estable.
- Por último, revisa los resultados para saber hacia dónde dirigir el futuro de tu producto.
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