Es peligroso, aparece de repente y puede ser disparado por cualquier cosa. Una crisis en la empresa (porque estamos hablando de ella) puede llegar incluso a provocar una interrupción del negocio. Entonces, ¿cómo protegerse y evitar las pérdidas que puede causar una situación de crisis no deseada? Aquí hay algunas tácticas básicas de gestión de crisis para que pueda controlar un desastre.
Las historias de éxito empresarial demuestran que la crisis es un elemento que ha entrado permanentemente en el cronograma de operaciones de las empresas. Con las expectativas de los clientes en constante crecimiento, la dependencia de otras entidades, el avance de la tecnología, la dinámica del entorno empresarial y muchos otros factores, la pregunta no es si llegará la crisis, sino cuándo ocurrirá.
Por eso es tan importante prepararse para varios escenarios, implementar medidas para evitar que el problema se agrave y sacar conclusiones para no repetir los mismos errores en el futuro.
Tener un plan de emergencia detallado es el primer paso para salir de una situación difícil y enfrentar la amenaza.
¿Qué es la gestión de crisis?
La gestión de crisis tiene que ver con minimizar el daño. No es más que una preparación para situaciones repentinas e inesperadas que pueden amenazar su negocio y afectar su rentabilidad.
Fases de gestión de crisis
La gestión de crisis es un proceso de varias etapas que implica mucho más que simplemente lidiar con la crisis en sí misma cuando se presenta. Todas las acciones para hacer frente a la amenaza incluyen:
- Gestión previa a la crisis: el objetivo principal es prevenir una situación difícil. En esta etapa, se trata principalmente de la detección temprana de señales que indican la llegada de una amenaza potencial.
- Gestión en una situación de crisis: esta parte se trata de reaccionar: identificar el origen del problema e implementar medidas para evitar que se intensifique.
- Gestión posterior a la crisis: para que sean eficaces, las medidas anticrisis deben llevarse a cabo mucho después de que cese la amenaza. La última etapa no es más que una mayor observación del entorno y análisis de los hechos.
Mejores estrategias para afrontar una crisis
- Establecer objetivos claros
Los altos directivos establecen objetivos claros y detallados que se relacionan con la crisis. Para ello, recopilan todos los datos de las partes, personas, clientes, proveedores, empleadores y partes interesadas que pueden verse afectados por una crisis. Posteriormente, trazan un plan para cubrir las pérdidas que puedan afectar a cada una de estas partes. Las partes afectadas siempre se mantienen informadas. Con todos los objetivos prácticos en mente, los altos directivos establecen un plan detallado por escrito y luego lo respaldan con acciones legales y documentación relevante.
- Construyendo un equipo comprometido
Un equipo dedicado a encontrar y manejar la estrategia de gestión de crisis es el primer paso hacia el éxito de cualquier organización. El equipo del alto directivo está formado por ejecutivos cuya única responsabilidad es trabajar en la gestión de crisis. El equipo predice y discute el tipo de crisis que puede ocurrirle a la empresa. Predicen, planifican y toman las medidas necesarias para la gestión de crisis. Los altos directivos siempre tienen cuidado con este equipo. El equipo suele estar encabezado por el director ejecutivo, quien recibe el asesoramiento del miembro senior del departamento de relaciones públicas y sus ejecutivos legales senior.
- Garantice una comunicación coherente
Los altos directivos aseguran una red de comunicación abierta y bien establecida. Comunican todos los riesgos y crisis potenciales relacionados con sus empleados, el público, los clientes y las partes legales. Los altos directivos, por lo tanto, designan a un portavoz de crisis bien informado y capacitado que actúa como la voz de la empresa. Involucra a los medios de comunicación y al público en general con todas las preguntas y temores. Además, los altos directivos involucran a la prensa si la crisis afectará a las personas y los clientes.
- Resiliencia y aceptación de la vulnerabilidad
La resiliencia es la habilidad para recuperarse rápidamente de la dificultad. La vulnerabilidad es el grado en que una persona puede reaccionar adversamente durante la ocurrencia de un evento peligroso. Los altos directivos son ágiles y resistentes. Toman decisiones difíciles sobre la estrategia de gestión de crisis con información limitada. Siempre están preparados para liderar los resultados que surgen en base a estas decisiones rápidas. Tener la confianza para liderar el equipo y la empresa es el paso crucial hacia la gestión de crisis.
¿Por qué necesita un plan de manejo de emergencias?
El rasgo característico de una situación de crisis es que gestionarla requiere decisiones bien pensadas. En caso de crisis, actuar sin un plan de acción predefinido puede incluso perturbar la continuidad de su negocio y hacerlo no rentable.
Por lo tanto, preparar un plan de gestión de crisis puede ser un factor decisivo en el destino de su empresa, por lo que es un documento tan importante como un plan comercial o una estrategia de marca.
Un plan de gestión de crisis sólidamente preparado lo ayudará a proteger la reputación de su empresa y mantener un alto nivel de productividad de la empresa durante y después de una crisis. En pocas palabras, un plan de gestión de crisis le ahorrará muchos nervios y saldrá ileso de una situación difícil.
Situación de crisis: ¿Cómo prevenir una crisis?
Para empezar, partamos de la pregunta: ¿Se puede evitar la crisis? Desafortunadamente, las crisis tienen esta característica de que tarde o temprano todas las empresas se ven afectadas, independientemente de la industria y el tamaño. Lo que es peor - vienen inesperadamente.
Además, contrariamente a las apariencias, no se es totalmente independiente mientras se dirige un negocio. Usted basa su negocio en proveedores, empleados, contratistas, muchas regulaciones y otros factores que no pueden predecir.
Así que no hay garantía de que una crisis no le atrape. La buena noticia es que puede prepararse para ello, detener su propagación y evitar las consecuencias que podrían arruinar su negocio.
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