Probablemente todos hemos leído más de una teoría o hipótesis acerca de lo que puede garantizar el logro de objetivos (personales, organizacionales, de cualquier tipo). Pero, uno de los que generó mayor impacto fue el concepto de inteligencia emocional. Esta idea, como tal, apareció en 1960 en las obras de Michael Beldock. Pero se ha arraigado en la mente de las personas desde la publicación del libro de no ficción Inteligencia emocional: por qué importa más que el coeficiente intelectual, escrito por el periodista del New York Times, Daniel Goleman. El libro fue publicado a mediados de los años 90 del siglo pasado, pero sigue siendo uno de los más relevantes en el campo de la eficacia personal. Sobre esta base, se han escrito muchos otros trabajos, junto con los cuales se ha formado una ciencia voluminosa pero no oficial dedicada a la inteligencia emocional. Hablemos de lo más importante e interesante de este fenómeno.