El trastorno de déficit de atención con hiperactividad, abreviado como TDAH, es un trastorno del desarrollo neurológico-conductual que ocurre en la infancia, pero afecta a lo largo de la vida. La patología tiene más de una docena de síntomas, pero puede definirse por los tres principales: déficit de atención, hiperactividad, hiperactividad motora o vocal.
Generalmente se presenta de tres formas, que enfatizan uno de estos tres síntomas.
Puede enfatizarse el déficit de atención, que genera problemas para organizar o terminar tareas, prestar atención a los detalles o mantener conversaciones.
En cambio, cuando predomina la hiperactividad encontramos que la persona tiene dificultades para mantenerse en un mismo sitio. Habla y se mueve mucho. Los niños pequeños con TDAH de este tipo suelen ser mucho más inquietos que el promedio, corriendo, escalando y saltando sin parar (en comparación con otros niños). Un adulto con esta forma de TDAH puede encontrarse interrumpiendo conversaciones de forma impulsiva, tener problemas para esperar turnos o escuchar instrucciones.
Además, el TDAH puede presentarse con una combinación de estos dos tipos. Y los síntomas pueden cambiar durante la vida.
¿Cuál es la causa del TDAH?
No se conoce a ciencia cierta la principal causa de esta enfermedad mental ni los factores de riesgo que pueden llevar a esta. Pero según la información del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), se considera que las causas, probablemente, sean genéticas.
Algunos factores de riesgo que se están considerando son: consumo de alcohol durante el embarazo, exposición al plomo, lesión cerebral, partos prematuros, o bajo peso al nacer.
¿Cómo se diagnostica?
Se realizan varias pruebas siguiendo el Manual diagnóstico y estadístico (DSM-5) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA). Que permite estandarizar el diagnóstico.
Entre los criterios, hay una serie de condiciones que deben cumplirse para considerarse TDAH.
- Los síntomas de hiperactividad o falta de atención deben presentarse antes de los 12 años.
- Varios síntomas deben presentarse en distintos contextos (escuela o trabajo, en el hogar, o con amigos o familiares).
- Los síntomas claramente interfieren con el funcionamiento social, escolar y laboral.
- Los síntomas no tienen otra explicación al relacionarlos con otros trastornos.
¿Cómo se trata el TDAH?
El tratamiento más común se realiza a través de la terapia conductual con un psicólogo, la cual busca reforzar los comportamientos positivos y minimizar los negativos en los niños. La CDC recomienda iniciar esta terapia apenas se haga el diagnóstico, pues los comportamientos propios de una persona con TDAH pueden afectar considerablemente sus relaciones sociales y su rendimiento escolar o laboral.
El TDAH también se trata con medicamentos, pero estos son considerados como una segunda opción, en caso de que la terapia no mejore la situación de la persona. Generalmente se recetan estimulantes que disminuyen el efecto de los síntomas.
El TDAH en adultos
Comúnmente el TDAH dura hasta la adultez. En caso de que una persona sea diagnosticada ya en la adultez, las recomendaciones no cambian. Se sigue recomendando iniciar terapia lo más pronto posible y consultar a un psicólogo si considera que tiene síntomas similares a los del TDAH.
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