Un problema que todos experimentamos: posponer obligaciones o actividades indefinidamente mientras buscamos el mejor momento para actuar.
La procrastinación es una condición en la que no se puede comenzar a hacer cosas y tareas importantes hasta que se acerca la fecha límite para un examen o proyecto. Y si estamos hablando de un objetivo a largo plazo y no hay una “fecha de entrega”, se corre el riesgo de no ponerse nunca manos a la obra.
Los dos tipos principales de procrastinación son la procrastinación y la evitación de decisiones. En el primer caso, tienes una tarea, pero pospones una y otra vez su ejecución y no puedes empezar. En el segundo caso, por ejemplo, debes decidir a dónde ir: parece que hay tiempo y dejas la elección para más adelante. Al mismo tiempo, los problemas se acumulan, y se vuelve cada vez más difícil lidiar con ellos.
Aquí te daremos una serie de consejos que puedes aplicar en tu vida diaria para evitar este mal hábito y mantener más constancia en tus trabajos o hobbies.
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Determina si realmente necesitas hacerlo
Tal vez la razón de su procrastinación radica en la ausencia de una buena razón para actuar. Un trabajo que odias, o algo no amado desde la infancia, del que siempre quisiste deshacerte, es de una categoría completamente diferente, que no incluye sueños y metas reales.
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Realiza un pequeño intento
Una vez que descubramos qué tareas están inactivas, toma una de ellas y haz una pequeña parte para tener una idea del nivel de dificultad para completarla. Con base en las impresiones recibidas en el proceso, decide si necesitas ayuda.
Muchas veces nos sobrecargamos de pensamientos sobre cuántas cosas hay que hacer, y luego no podemos movernos, imaginando una lista interminable de tareas: son muchas, y el trabajador, es decir tú, está solo. Este enfoque es obviamente incorrecto. Pero, ¿y si le das a un tema urgente, digamos, 15 minutos o media hora? Es probable que lo pruebes y te despegues del suelo.
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Escúchate a ti mismo, y haz lo contrario
Lo que siempre nos decimos cuando no queremos hacer algo: “lo hago mañana”; esta frase es letal, porque todos los días la repetimos hasta que nos acercamos al deadline y, ¿adivinas?, no hicimos nada. Aquí la estrategia es un reto de voluntad, relacionado al consejo anterior; intentar esos 15 minutos para agarrar vuelo.
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Ordena primero
El entorno que nos rodea puede promover con éxito la procrastinación y ayudar en la lucha contra ella. Echa un vistazo rápido a tu escritorio, la decoración del hogar o cualquier otro lugar donde tengas que trabajar.
Seguramente no todo lo que te rodea se encuentra en un estado de perfecto orden, así que encuentra la fuerza para poner orden: deshazte de la basura, pon todo en su lugar para que tanto la vista esté complacida, como el trabajo discutido.
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Acostúmbrate a que los primeros pasos son los más difíciles
Por regla general, los primeros pasos en cualquier cosa, ya sean deportes o nuevas responsabilidades en el trabajo, siempre son difíciles. Pero si el objetivo es importante, podremos conseguir la manera de superar esta etapa inicial de cada proyecto y a partir de ahí, todo debería ser más fluido.
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Declárale la guerra al perfeccionismo
De hecho, no hay absolutamente nada bueno en ello. Primero, veamos la definición. El perfeccionismo es la creencia de que siempre se puede (o se debe) lograr el mejor resultado posible. Parecería que nada anda mal, pero, pensando de manera similar, nos estamos alejando infinitamente del verdadero objetivo, que es hacer el trabajo, en lugar de enfocarnos en todos los detalles del proceso. Tenemos que recordar que para que un trabajo sea de alta calidad, no es necesario que todos los detalles sean perfectos; buscar la perfección en todo nos hace perder el tiempo, y a veces nos impide empezar un trabajo pues sentiremos que el resultado no será satisfactorio.
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Date recompensas
A veces echamos de menos la recompensa por un trabajo bien hecho. No debemos olvidarnos del ánimo, porque es una de las fuentes más fuertes de motivación intrínseca. Por eso es tan importante celebrar tus victorias, tanto las grandes como las pequeñas.
Si te gustó este tema, te invitamos a leer nuestro artículo: Estrés laboral ¿por qué ocurre y cómo mejorarlo?
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