El concepto de ecoturismo vino originalmente de Gran Bretaña. El concepto surgió allí en la década de 1980. Según la Sociedad de Ecoturismo, el ecoturismo es un viaje responsable a áreas naturales que protege la naturaleza y promueve el bienestar de la población local. Desde entonces, el concepto de viaje se ha extendido y ahora es conocido en todo el mundo.
El concepto de ecoturismo consta de dos puntos clave. En primer lugar, este tipo de viaje implica visitar lugares que no se ven afectados por la actividad humana. Estas son reservas naturales, a menudo áreas de difícil acceso donde se puede ver la naturaleza en toda su belleza prístina. Algunos destinos de ecoturismo incluyen visitar asentamientos étnicos para conocer mejor su cultura. El segundo punto importante radica en el nombre mismo: este tipo de turismo es respetuoso con el medio ambiente. Los turistas deben respetar las normas y tradiciones de estos lugares: no dañar el medio ambiente y minimizar las consecuencias de su presencia.
El crecimiento desenfrenado de la industria de viajes tiene efectos negativos sobre el medio ambiente:
Los turistas reclaman y consumen los recursos naturales y la tierra. Como resultado, la población local pierde materias primas que son esenciales para la supervivencia, como el agua. Además, los hábitats naturales de animales y plantas se pierden cuando se construyen refugios y estacionamientos. Esto conduce a la compactación y sellado del suelo.
La alta presión de uso ejerce presión sobre la naturaleza y sus ecosistemas. En las zonas de senderismo, por ejemplo, se pisotea y sobrecarga la vegetación natural. Los animales también sufren por el ruido y la basura del paisaje. Esto también aumenta el problema de los residuos plásticos en el mar .
Además, la llegada y salida y el aumento del tráfico en la región vacacional generan emisiones nocivas de CO2. Esto crea contaminación del aire y aumenta el efecto invernadero. Por lo tanto, el turismo es en parte responsable del cambio climático.
Crucial para el ecoturismo es el impacto del viaje. El turismo debe ser lo más respetuoso del medio ambiente y socialmente aceptable posible. Esto significa consecuencias negativas mínimas para la naturaleza y la población local. Los ingresos del viaje no deben ir a las compañías de viajes internacionales, sino a los residentes de la región de vacaciones. De esta manera, el turismo puede convertirse en una fuente confiable de ingresos para los países en desarrollo, por ejemplo.
En esencia, el ecoturismo puede llamarse un nuevo tipo de viaje consciente, porque uno de sus principales objetivos es conocer mejor la naturaleza, aprender sobre los problemas ambientales y cómo cada uno de nosotros puede proteger la diversidad natural.
Lejos de la civilización y el confort familiar, muchos viajeros reconsideran sus valores, encuentran la armonía interior y aprenden más sobre la cultura de los lugareños. El ecoturismo es una oportunidad única de estar lejos de la civilización y los problemas, para poner a prueba tu fuerza y resistencia.
Obviamente, todos estos objetivos no se pueden lograr viajando de la forma en que estamos acostumbrados. Esto significa que los turistas tendrán que renunciar por un tiempo a los hoteles de cinco estrellas, las comidas buffet, los cómodos automóviles privados y prepararse para largas caminatas, pernoctaciones en tiendas de campaña o cabañas, así como para el esfuerzo físico.
¿Cuáles son las reglas del ecoturismo?
Son pocas pero esenciales:
- Familiarizarse con las normas del lugar.
- Respetar la naturaleza y seguir las regulaciones locales.
- Respetar las indicaciones dadas por los habitantes de la localidad y los consejos para mantener una convivencia sana y una buena experiencia.
Algunos problemas del ecoturismo
Ecoturismo, como término, ha sido usado constantemente para referirse a cualquier experiencia en la naturaleza. Esta no es la esencia del término.
Un estudio sobre "ecoturismo en la práctica" publicado por el Grupo de Estudio de Turismo y Desarrollo de Ammerland llegó a la conclusión de que el ecoturismo podría fracasar debido al mal uso comercial del término por parte de los proveedores de turismo. Sin embargo, los objetivos de la política de conservación de la naturaleza del ecoturismo en los países en desarrollo ciertamente podrían lograrse con éxito, si una gestión cooperativa toma en serio la promoción de la participación local y trabaja para generar ingresos para la población local.
Para que una actividad sea realmente ecoturística tiene que guiarse por el principio básico de la protección y apreciación del medio ambiente. Si la actividad daña de alguna forma el ecosistema local, esta ya no cuenta como ecoturismo.
Como ecoturistas tenemos la responsabilidad de estar conscientes de esto, y escoger los destinos de viaje que realmente cumplan con este principio.
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