Los contratos inteligentes son un protocolo de transmisión de información a través de Blockchain, que, en resumen, automatiza los procesos de un contrato, buscando asegurar su cumplimiento.
Por ejemplo, tomemos la operación más sencilla: el proceso de compra y venta de criptomonedas entre usuarios. Esta transacción se lleva a cabo bajo los requisitos de anonimato y no está regulada por organismos intermediarios que controlan su ejecución. Este modelo se hizo posible gracias a los contratos inteligentes, que contienen un algoritmo detallado para realizar una operación entre dos usuarios. Esto le permite excluir la posibilidad de fraude en ambos lados y realizar una transacción en un algoritmo específico de acciones secuenciales.
Cómo aparecieron los contratos inteligentes
La primera mención de los contratos digitales apareció en 1996. Nick Szabo, un científico estadounidense en el campo de la criptografía, propuso usar la apariencia de contratos inteligentes. El resultado de su idea fue el algoritmo prescrito para la moneda digital Bit Gold, que se considera el antecesor de la conocida moneda Bitcoin (BTC).
En ese momento, la idea era demasiado futurista y no encontró una aplicación. Esto continuó hasta 2008, cuando se presentó Bitcoin al mundo con su propia cadena de bloques.
El concepto completo de Nick Szabo se implementó en 2013 en la cadena de bloques Ethereum (ETH), que se basó en la tecnología moderna de contratos inteligentes. Permitió que las aplicaciones se desarrollaran y ejecutaran sin nuevos registros de distribución. Gracias a esto, ETH recibió el título de la primera cadena de bloques con la integración total de la tecnología de contrato inteligente.
Cómo funcionan los contratos inteligentes
Los contratos inteligentes son parte del código de software de la cadena de bloques y funcionan directamente dentro de la red. Realizan la función de los contratos en papel que nos son familiares, solo en el campo digital. Las condiciones no se escriben con lápiz sobre papel, sino con el uso de algoritmos matemáticos y lenguajes de programación.
Como en un contrato en papel, las condiciones están sujetas a implementación obligatoria. Solo en este caso se implementará la transacción y los usuarios recibirán el resultado estipulado. Después de la finalización del algoritmo y la correcta ejecución de la operación, los contratos inteligentes pasan a formar parte del registro, entrando en la propia cadena de bloques.
El principio básico de un contrato inteligente es la ejecución completa de un algoritmo condicional de acciones secuenciales.
Para garantizar el cumplimiento, los contratos inteligentes utilizan softwares conocidos como Oracle, que actualizan la información de la cadena de bloques con datos externos, como pagos realizados o por realizar, precios de divisas, etc.
Usos comerciales de los contratos inteligentes
Los contratos inteligentes tienen una multitud de posibles usos comerciales, que podrían aplicarse desde el ámbito del alquiler, por ejemplo, con una cerradura digital: si el contrato se vence y no se ha pagado la renta del mes, la cerradura puede cerrarse automáticamente hasta que se realice el pago; hasta las regalías por derechos de autor. El enfoque está en la automatización, que permitiría agilizar las operaciones entre los usuarios firmantes de este contrato.
Contratos inteligentes en el comercio internacional
En el campo del comercio internacional, los contratos inteligentes ya se han aplicado en la compra y venta de mercancías. Permitiendo un rastreo más preciso del movimiento de capitales a la vez que se mueve la mercancía. Este método lo han aplicado principalmente la cadena de almacenes Walmart con la empresa de transporte de contenedores Maersk.
Ventajas de los contratos inteligentes
La tecnología de contrato inteligente es un sistema muy útil que permite simplificar muchos procesos rutinarios, llevándolos a una automatización completa sin intervención humana. Se usa activamente en la mayoría de las cadenas de bloques existentes debido a sus importantes ventajas:
- No necesitan de un intermediario: esto elimina la influencia del factor humano, hace que las operaciones sean más seguras y transparentes y también reduce significativamente los costos generales.
- Seguridad: toda la información sobre las condiciones para la ejecución del contrato y el procedimiento para su observancia se encuentra en forma distributiva (en el registro). Esto reduce el riesgo de fraude y otras manipulaciones en relación con el cumplimiento por las partes de los puntos acordados.
- Transparencia: cualquier participante puede auditar y verificar la corrección del cumplimiento de las condiciones del contrato inteligente en cualquier momento que le resulte conveniente.
- Desarrollo de nuevos modelos de negocios: la tecnología Smart Contract permite no solo mejorar las empresas existentes en diversos campos de actividad, sino también crear nuevos modelos de negocio y servicios de financiación.
Desventajas de los contratos inteligentes
A pesar de las importantes ventajas de la tecnología Smart Contract, esta es un área bastante nueva que tiene sus inconvenientes.
- Desconfianza: como se trata de una tecnología que todavía está en desarrollo, no todos estarían dispuestos a reemplazar los intermediarios en contratos, confiando únicamente en un software.
- Falta de marco legal: los contratos inteligentes no tienen un estatus legal específico, lo que complica enormemente el proceso legal en este campo de actividad.
- Cálculo en criptomoneda: todas las liquidaciones en contratos inteligentes se realizan en activos digitales. Esto causa desinterés entre personas que no ven en los criptoactivos una oportunidad para sus negocios.
- Los sistemas Oracle también están en desarrollo, por lo que los errores pueden ocurrir al momento de actualizar la información del contrato.
- Riesgo de error: en el componente legal de los contratos inteligentes, se puede cometer un error al traducir las normas legales a código de programa, lo que traerá consecuencias negativas a la hora de procesar una transacción.
Los contratos inteligentes pueden ser una gran herramienta que simplificaría los procesos financieros gracias a la automatización, pero debemos tener en cuenta las limitaciones prácticas y legales que estos sistemas todavía presentan. Quizás, en un futuro no muy lejano, el uso de los Smart Contract se vuelva frecuente, y verdaderamente faciliten las operaciones cotidianas.
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