Muchos conocemos la ternura y el cariño que solo un animal nos puede dar. Las mascotas han sido acompañantes para los humanos por miles de años, actuando como nuestros aliados en muchas actividades. Piense en los perros usados para guiar rebaños, caballos para nuestro transporte, y los gatos que ayudaron por siglos manteniendo los hogares limpios de alimañas. Pero este es el lado práctico de nuestra relación con los animales; ciertamente, existen lazos muy profundos y significativos entre los animales y los humanos que van más allá del beneficio mutuo.
Los animales nos ayudan inmensamente a mantener el ánimo. Son grandes compañeros de vida que proveen amor sin poner condiciones. De esta cualidad nace la Pet Therapy, o terapia asistida con animales. Aprovechando el lazo entre los humanos y los animales, la Pet Therapy ayuda de una multitud de formas a las personas.
Beneficios de la Pet Therapy
Los beneficios de la Pet Therapy son tanto físicos como psicológicos y derivan de la relación que se establece entre animal y usuario: la empatía que se crea, de forma completamente natural, genera efectos positivos en los protagonistas.
Entrar en una relación con los animales suele ser fácil incluso para aquellos que, en la vida cotidiana, luchan por relacionarse con sus semejantes. Los animales se entregan por completo, no juzgan, no rechazan, no tienen prejuicios y aportan una carga energética constante, abriendo así los espacios de una relación espontánea, afectuosa, divertida y delicada.
Nuestro contacto con animales puede causar lo siguiente:
- El ritmo cardíaco de la persona se ralentiza.
- Aumentan los niveles de adrenalina y dopamina, con efectos positivos sobre el estado de ánimo y el estado psicológico.
- Las ansiedades y los miedos disminuyen.
- Aumentan los estímulos para el movimiento y se reduce el sedentarismo
Cuidar de un animal o simplemente recibir su atención también aumenta la autoestima y el sentido de la responsabilidad. Estos beneficios también duran más que los efectos positivos de otras actividades similares.
La Pet Therapy en niños
Las áreas de intervención de la Pet Therapy son muchas. Cuando el destinatario es un niño y la finalidad es educativa, en realidad estamos hablando de educación asistida por animales (EAA). El objetivo de estas intervenciones es mejorar el desarrollo emocional, cognitivo y conductual de los niños.
El contacto con un animal permite que los niños se relacionen con alguien más que ellos mismos, comprendan las emociones que sienten, desarrollen el sentido de la responsabilidad y así pasar tiempo de calidad.
A través de la relación con los animales, los niños aprenden a cuidar del otro, aumentando la autoestima y la confianza en sí mismos, elementos fundamentales para madurar de forma equilibrada. Estas intervenciones se adaptan al niño individual, involucrando todo su entorno de referencia. Y son parte de un proyecto escolar más grande.
Terapia con animales para adultos mayores
Los adultos mayores involucrados en intervenciones de terapia asistida con animales esperan una cita con los perros cada semana: se establece un vínculo afectivo real que ayuda al anciano a cultivar su sentido del tiempo.
En las residencias de mayores se crea un oasis de paz y tranquilidad verdaderamente precioso. Los profesionales desarrollan actividades para mantener intactas las capacidades residuales relacionadas con la esfera cognitiva y emocional. Encuentro tras encuentro, entre mimos y juegos, se abre el espacio para una relación que tiene increíbles beneficios -hoy científicamente comprobados- tanto desde el punto de vista físico como emocional en las personas mayores. Además, el animal también estimula la relación con otras personas, mejorando la calidad de vida.
Pet therapy para personas con Alzheimer
La terapia con mascotas se basa en la idea de que la relación con los animales es una parte importante del proceso terapéutico y de curación.
A la fecha, los estudiosos están cada vez más convencidos de que para las personas con Alzheimer es una de las prácticas no farmacológicas que ofrece mayores beneficios.
En estos casos, la intervención asistida generalmente se aplica junto con otras actividades dirigidas a la estimulación cognitiva como la musicoterapia o el ejercicio físico. Los pacientes suelen entrar en contacto con perros, gatos o caballos, pero por ahora los mejores resultados se han visto con perros.
Los beneficios de la terapia con mascotas para las personas con Alzheimer son:
- Mejora de habilidades: los aspectos relacionados con la motricidad y el equilibrio del paciente se benefician inmediatamente: sacar a pasear al animal, cepillarlo, alimentarlo, son todas acciones que estimulan la capacidad motora y sensorial, ayudando al paciente a mantener su autonomía. Una mascota es también un elemento de novedad para el paciente, por ello despierta capacidades cognitivas como la atención y la concentración.
- Mejora de la calidad de vida: como cualquier mascota, los animales entrenados para terapia aumentan el bienestar y la felicidad de quienes los rodean, combatiendo la soledad y la depresión.
- Fortalecimiento de la memoria: la responsabilidad hacia un animal ayuda a no olvidar actividades cotidianas como peinarse o amarrarse los zapatos.
- Mejora del estado de ánimo: gracias a la formación de profesionales, un animal (especialmente los perros) es capaz de generar emociones muy positivas, reduciendo la tristeza y la agresividad.
¿Qué animales son los más adecuados para la terapia con mascotas?
Los animales involucrados en la terapia con mascotas pueden ser perros, caballos, burros, gatos; también los conejos, cobayas, llamas y alpacas son usados para las terapias asistidas con animales. Cada uno de estos tiene requisitos diferentes, que lo hacen elegible para participar en diferentes proyectos.
El perro suele ser considerado el animal más adecuado en las intervenciones terapéuticas, ya que es capaz de interactuar con los humanos, es sociable y comunicativo por naturaleza, es sensible y fácilmente adiestrable, por lo que puede insertarse fácilmente incluso en contextos delicados. No existe una raza de perro específica: lo que importa es que sean perros sociables, dóciles, mansos, equilibrados, fácilmente adaptables a diferentes situaciones. De todas las razas, los perros Labrador o Golden Retriever suelen ser los que mejor cumplen estas características.
Sin embargo, los requisitos naturales no son suficientes para que un perro sea el protagonista de una actividad de terapia. De hecho, es necesario que el perro se someta a una preparación adecuada, personalizada de acuerdo con la tarea que deberá realizar.
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