Dentro de una organización empresarial, el líder que mantiene un comportamiento asertivo es quien toma la decisión ganadora. No solo se relaciona con los demás, los escucha y se comunica con ellos con un tono asertivo, sino que, sobre todo, tiene en cuenta sus puntos de vista, sin dejar en un segundo plano las necesidades propias y de la empresa.
La asertividad es la capacidad de expresar los propios sentimientos y opiniones, incluso en desacuerdo con los de los demás. Es la libertad de elegir cómo comportarse en un contexto determinado, de defender los propios derechos, de llevar adelante las propias ideas y creencias, pero siempre respetando las de los demás.